¿Querés cobrar más y aún así convertir mejor? Estos principios de psicología hacen que el precio trabaje a tu favor.

En un mundo donde todas las marcas compiten por atención, tu precio no solo refleja valor: lo construye. Y gracias a la psicología del comportamiento, ahora sabemos que cómo presentás un precio puede influir más que el número en sí.
Tanto si sos emprendedor, diseñador o liderás un negocio, acá vas a descubrir cómo aplicar la psicología del precio para aumentar conversiones—sin necesidad de bajar tus tarifas.
1. Usá palabras pequeñas cerca del precio
Palabras como “solo”, “apenas” o “pequeño” activan asociaciones mentales con números bajos. Eso se llama proximidad de Gestalt y procesamiento convergente.
✅ Decí: “Solo $39.99”
❌ No digas: “Precio: $39.99”
Incluso llamarlo un “pequeño cargo de $5” en vez de solo “$5” puede disminuir la percepción del costo. Cuanto más cerca estén estas palabras del precio, más “pequeño” lo va a sentir el cerebro.
2. Mostrá el precio de oferta con diseño diferente
Si querés que tu descuento se sienta más potente, hacelo ver diferente. Las investigaciones muestran que un precio de oferta se percibe como más valioso cuando:
- Tiene un color distinto (el rojo funciona mucho)
- Usa un número preciso ($38.63 en lugar de $39)
- Tiene un tamaño de letra diferente
- Rompe visualmente con el precio original
Tip: Las fuentes “feas” funcionan mejor en precios de oferta. Obligan a leer más lento y aumentan el procesamiento mental—lo que genera más valor percibido.
3. Usá tipografía más pequeña para precios más pequeños
Una letra más chica hace que el precio se sienta más chico. Cuando el número está escrito con tipografía pequeña, el cerebro lo asocia inconscientemente con menor costo.
Eso sí, no te pases: en celular, esto puede afectar la legibilidad. El truco está en hacer que el precio parezca sutil, pero no oculto.
4. Usá precios redondos para emociones, precisos para lógica
Los números redondos como $100 se sienten más emocionales y fáciles. Los precios precisos como $98.76 se perciben como más lógicos y confiables.
Usá precios redondos cuando vendés con emoción: bienestar, moda, regalos.
Usá precios precisos para productos racionales: tecnología, finanzas, herramientas B2B.
El número que elegís le dice al cliente cómo debería sentirse.
5. Mostrá primero el precio más caro
Siempre comenzá mostrando la opción más costosa. Eso genera un ancla mental de precio, que hace que todo lo que viene después parezca más barato.
Por eso las joyerías te muestran el reloj de $3.000 antes que el de $600.
O las plataformas SaaS listan el plan “Enterprise” antes que “Pro” o “Starter”.
El anclaje es uno de los principios más poderosos de la psicología del precio—y de los más fáciles de aplicar.
6. Cambiá los nombres de tus planes
¿Tenés un plan “Premium”? Cambialo. Los nombres sofisticados suenan caros.
En cambio, usá nombres más básicos como “Esencial”, “Inicio” o “Básico”. Estos comunican accesibilidad y normalidad, lo que atrae más compradores.
Los estudios muestran que los clientes compran más los planes altos cuando los nombres de los más baratos son simples.
7. No muestres el descuento—mostrá el beneficio
En vez de decir “25% de descuento”, enfocá el mensaje en lo que el cliente gana:
✅ “Ahorra $200 hoy y llevate la instalación gratis”
✅ “Pagás solo $1.30 al día por almacenamiento ilimitado”
Reencuadrá el precio en función del beneficio. Lo importante no es cuánto paga la gente, sino lo que sienten que están obteniendo.
Conclusión: El precio no es solo un número—es percepción
La mayoría de la gente no calcula. Siente. El cerebro reacciona al precio antes de que la lógica se active.
Usando estas técnicas de psicología del precio, no estás manipulando—estás comunicando valor de una forma que el cliente realmente entiende.
Y cuando cambia la percepción, cambia todo: tu conversión, tu reputación, y sí… también tus ingresos.
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